LA ALQUIMIA, PARA EL PENSAMIENTO “CÓMO DESARROLLAR UNA MENTE
MÁGICA"
Origen y principios de la alquimia
La alquimia es una práctica de más de 2500 años de
antigüedad que se entiende principalmente como disciplina filosófica
relacionada con el hermetismo, la mística y la espiritualidad. La alquimia
describe la facultad de transformar una sustancia o materia en otra distinta.
No obstante es la predecesora de la ciencia química actual al relacionarse con
los procesos químicos, pero el significado que perdura hoy día es el del
sentido más metafísico, el que abarca el desarrollo del crecimiento interior.
Desde el Antiguo Egipto, China, la India, la Antigua Grecia
o el imperio Romano, la Alquimia se considera una ciencia espiritual y se basa
en el poder que tiene el pensamiento para influenciar o incidir sobre el medio
en que se actúa, en la realidad cotidiana. La alquimia permite desarrollar una
mente mágica con la fuerza del espíritu, seleccionando y entrenando los
pensamientos para que éstos moldeen a voluntad las circunstancias. Todo
pensamiento es una energía viva e inteligente y por lo tanto incide en las
circunstancias. Cuantos más pensamientos positivos manifestamos, más optimismo
destilamos, logrando mejorar desde nuestra salud, a nuestras emociones y
relaciones personales.
En la antigüedad, la alquimia era una práctica común. El
propósito del alquimista era conseguir la transmutación de metales vulgares, en
oro y plata, como también la elaboración de un remedio milagroso que curase
todas las enfermedades y prolongase la vida. A partir de la Edad Media la
alquimia fue considerándose una ciencia más hermética, y los alquimistas unos
sabios o unos embaucadores. La división de los alquimistas entre los que
buscaban la piedra filosofal, esa sustancia mítica que les permitiría descubrir
los secretos de la naturaleza, y los que buscaban la transmutación de los
metales, esperando enriquecerse, acabaría por relegar la alquimia a una burda
expresión o a un misterio.
Uno de los más famosos alquimistas de la Edad Media fue el
emblemático Nicolás Flamel. Estudió y escribió numerosos tratados alquímicos.
Se dice que encontró la fórmula para hallar la Piedra Filosofal. Santo Tomás de
Aquino fue otro de los grandes estudiosos de la alquimia en su vertiente más
simbólica, así como Paracelso, médico y filósofo del Renacimiento. Hasta el
siglo XVIII fue considerada una ciencia respetada. Isaac Newton o Roger Bacon
estudiaron los principios alquímicos desde la óptica tanto de la física como de
la mística y Carl Jungre pasó los principios alquímicos y su simbolismo para
aplicarlo a sus teorías psicoanalíticas.
La alquimia actual
En la actualidad, la alquimia del poder del pensamiento está
siendo demostrada por la medicina neurocientífica gracias a las últimas
investigaciones del equipo de Giacomo Rizzolatti de la Universidad de Parma.
Sus trabajos han sido publicados en la revista Science, y verificados por un
grupo de neurocientíficos de la UCLA de neuropsiquiatría. Este científico
demuestra que el sistema que rige la empatía está localizado en el cerebro.
Rizzolatti le da el nombre de neuronas espejo a ese complicado entramado de
células cerebrales que permiten captar la intención de otras personas,
imitarlos, predecir a su comportamiento e incidir en el entorno. Esta es sin
duda la alquimia del siglo XXI la que está abriendo un abanico de posibilidades
insospechadas relacionadas con el poder que tienen los pensamientos cuando
enfocamos o visualizamos lo que deseamos. Una de las aplicaciones más útiles
que ocupa los científicos es la que concierne la medicina. Se está comprobando
científicamente que el sistema inmunológico responde al poder del pensamiento y
que la curación de una enfermedad depende mucho de la actitud del enfermo
frente al problema.
Según estas investigaciones, estas neuronas activan la
capacidad de asimilación sensorial, de percepción subliminal del entorno y de
las tendencias ajenas. A mayor empatía, es decir, -a mayor cantidad de neuronas
espejo-, mayor capacidad de respuesta frente a las situaciones y experiencias
de la vida. Con este descubrimiento, -aún en fase embrionaria-, podría abrirse
un nuevo camino hacia la curación, desde dentro, de cualquier enfermedad.
También podrían anticiparse los acontecimientos, desarrollar una mayor
intuición, una mente superior que domine los elementos, o predecir el futuro.
Todas estas posibilidades dejarán de ser ficción para acabar alineándose con el
empirismo más recalcitrante. Según los científicos, el descubrimiento de las
neuronas espejo hará por la psicología lo que el ADN por la biología.
Esto demuestra el poder real del pensamiento. Dirigir la
intención y actuar en nuestra realidad para cambiar lo que no nos conviene es
más que una cuestión de creencias o de fe, forma parte de nuestro córtex
cerebral. Tal vez por eso la mística de la alquimia decía que el secreto se
hallaba en el interior, esto es ahora, ¡en el cerebro!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario